Un nuevo estudio publicado en Anestesiología (Septiembre de 2025) por Cheruku et al. ofrece noticias prometedoras para los médicos que buscan detectar Lesión renal aguda (LRA) Previamente en pacientes sometidos a cirugía cardíaca. Investigadores del Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern han descubierto que los niveles plasmáticos del factor de crecimiento de fibroblastos 23 (FGF23), medidos tan solo seis horas después de la derivación cardiopulmonar (CPB), se asocian significativamente con el desarrollo de... AKI Durante la hospitalización.
Este enfoque basado en biomarcadores puede allanar el camino para una estratificación más temprana del riesgo, intervenciones más oportunas y, en última instancia, mejores resultados para una población que enfrenta un riesgo renal significativo después de procedimientos cardíacos.
El problema persistente de la IRA después de la cirugía cardíaca
La cirugía cardíaca se encuentra entre los procedimientos de alto riesgo más comunes en todo el mundo, con más de 2 millones de pacientes que se someten anualmente a una cirugía de revascularización coronaria (CABG) o a una cirugía valvular. Una de las complicaciones más preocupantes asociadas con estos procedimientos es la lesión renal aguda, que se presenta en aproximadamente el 20% al 30% de los pacientes. Incluso la insuficiencia renal leve... AKI No es benigno, pero está vinculado con tasas significativamente más altas de mortalidad, morbilidad y progresión a enfermedad renal crónica (ERC) y mayor duración de la estancia hospitalaria.
A pesar de su prevalencia, la detección temprana de AKI Sigue siendo un desafío importante. Los criterios diagnósticos estándar actuales se basan en gran medida en las mediciones de creatinina sérica y la diuresis, ambas influenciadas por la hemodilución, los cambios de líquidos y otros factores perioperatorios. Además, los niveles de creatinina sérica suelen aumentar solo después de que la función renal ya se haya deteriorado, lo que los convierte en un indicador tardío en lugar de un sistema de alerta temprana.
Este retraso en el diagnóstico abre una ventana crítica de oportunidades perdidas, donde la intervención temprana podría prevenir el agravamiento del daño renal. Por lo tanto, la búsqueda de mejores biomarcadores se ha convertido en un área de investigación urgente en medicina perioperatoria y de cuidados intensivos.
¿Qué es FGF23 y por qué es importante?
El factor de crecimiento de fibroblastos 23 (FGF23) es una hormona secretada principalmente por las células formadoras de hueso (osteoblastos y osteocitos). Desempeña un papel fundamental en la regulación del fosfato, actuando sobre los riñones para aumentar su excreción y suprimir la activación de la vitamina D.
Hay dos formas principales de FGF23 medibles en sangre:
- FGF23 intacto (iFGF23): la forma biológicamente activa y de longitud completa de la proteína.
- FGF23 C-terminal (cFGF23): incluye tanto la hormona intacta como su fragmento C-terminal escindido.
Estas formas desempeñan funciones biológicas y clínicas distintas. Mientras que el iFGF23 ejerce efectos hormonales directos, el cFGF23 puede actuar como antagonista competitivo y suele estar elevado en estados inflamatorios y patológicos. Investigaciones previas han demostrado que los niveles de FGF23 aumentan en pacientes con deterioro de la función renal y que se asocian de forma independiente con la mortalidad en pacientes con enfermedad renal terminal.
El aspecto novedoso del estudio actual es que evalúa tanto el cFGF23 como el iFGF23 en el contexto posoperatorio inmediato, con el objetivo de determinar su asociación con la enfermedad en todas las etapas. AKI, en lugar de sólo casos graves.
Diseño y metodología del estudio
Este fue un estudio observacional prospectivo que incluyó a 173 pacientes sometidos a cirugía de bypass coronario (CABG) no urgente o cirugía valvular con CEC. Realizado en un solo centro académico, el estudio se integró en un ensayo observacional más amplio y utilizó muestras de plasma almacenadas en un biobanco.
Los investigadores midieron los niveles plasmáticos de cFGF23 e iFGF23 exactamente seis horas después de finalizar la CEC. Este momento se eligió estratégicamente porque precede a la mayoría de los diagnósticos clínicos de AKI y evita los efectos de confusión de los cambios posoperatorios posteriores. El resultado primario fue la hospitalización. AKI, definido utilizando los criterios de creatinina sérica KDIGO.
Se recopilaron características de los pacientes, como edad, índice de masa corporal (IMC), tasa de filtración glomerular estimada (TFGe), tiempo de CEC y enfermedad renal preexistente para controlar posibles factores de confusión.
Resultados clave
Los hallazgos fueron estadísticamente significativos y clínicamente relevantes. Entre los 173 pacientes, 32 (18.5%) desarrollaron AKI para el séptimo día postoperatorio. El desglose mostró que la cirugía combinada de CABG y válvula conllevaba el mayor riesgo, con un AKI tasa de 41.2%.
Los investigadores encontraron que:
- Un aumento de dos veces en los niveles de cFGF23 a las 6 horas posteriores a la CPB se asoció con un aumento de 1.57 veces en las probabilidades de desarrollar AKI.
- Esta asociación siguió siendo estadísticamente significativa incluso después de ajustar las variables clínicas clave y el preoperatorio de la Clínica Cleveland. AKI puntuación de riesgo.
- De manera similar, un aumento de dos veces en iFGF23 se asoció con un aumento de 1.59 veces en AKI riesgo, pero esto no fue significativo después del ajuste por covariables.
- La relación entre cFGF23 e iFGF23 también se asoció con AKI, reforzando el papel dominante de cFGF23.
Estos resultados destacan a cFGF23 como el biomarcador más sólido y consistente para predecir el desarrollo postoperatorio en todas las etapas. AKI.
Precisión predictiva
El poder predictivo de cFGF23, medido por el área bajo la curva característica operativa del receptor (AUC), fue de 0.73 sin ajustar y de 0.81 cuando se ajustó por covariables, superando a muchos biomarcadores estudiados previamente.
Para contextualizar, aquí se muestra cómo se compara FGF23 con otros conocidos AKI biomarcadores:

Estas comparaciones sugieren que el cFGF23 puede representar uno de los biomarcadores tempranos más precisos para todas las etapas. AKI en el contexto de la cirugía cardíaca, especialmente cuando es leve AKI Se considera que otros biomarcadores a menudo no logran detectar.
Implicaciones clínicas y direcciones futuras
La capacidad de identificar AKI El riesgo en las horas posteriores a la cirugía crea una ventana crítica para la intervención. Los pacientes con cFGF23 elevado podrían ser objeto de:
- Monitorización hemodinámica mejorada
- Evitar las nefrotoxinas
- Implementación del KDIGO AKI paquete de prevención
- Se ha demostrado que el uso de infusiones de aminoácidos o estrategias de perfusión dirigidas a objetivos mitigan la lesión renal.
Además, la integración de las mediciones de FGF23 en los flujos de trabajo clínicos (como las alertas de registros médicos electrónicos) podría agilizar la identificación de pacientes en riesgo y orientar la toma de decisiones clínicas en tiempo real.
Se necesitan más estudios para:
- Establecer valores umbral para uso clínico
- Evaluar resultados a largo plazo, como la progresión de la ERC y la mortalidad.
- Investigar el papel de la expresión de α-klotho y su interacción con FGF23 en AKI fisiopatología
Limitaciones
Si bien los hallazgos son convincentes, deben reconocerse varias limitaciones. El estudio se realizó en un solo centro, lo que puede limitar su generalización. Además, carecía de datos sobre la producción de orina en su definición de AKI, basándose únicamente en los criterios de creatinina sérica.
Además, el tamaño de la muestra, aunque suficiente para los análisis primarios, puede no tener el poder suficiente para detectar asociaciones o diferencias sutiles en los análisis de subgrupos, como entre diferentes AKI etapas o entre el rendimiento de iFGF23 y cFGF23 en los distintos tipos quirúrgicos.
A pesar de estas limitaciones, el estudio proporciona una base sólida para futuros ensayos multicéntricos.
Conclusión
El estudio presenta evidencia convincente de que el FGF23 C-terminal, medido solo 6 horas después de la cirugía cardíaca, sirve como un poderoso predictor de la mortalidad hospitalaria en todas las etapas. AKI. Su rendimiento rivaliza y puede superar al de los biomarcadores candidatos actuales, ofreciendo a los médicos un método más temprano y preciso para identificar a los pacientes en riesgo.
A medida que el campo de la medicina perioperatoria continúa evolucionando, la integración de biomarcadores moleculares como FGF23 en los protocolos de atención estándar podría revolucionar la forma en que manejamos AKI—una afección que sigue siendo muy común y devastadora en poblaciones quirúrgicas. Con más investigación, el FGF23 podría convertirse en un pilar fundamental de la medicina predictiva, permitiendo un diagnóstico más temprano, una atención más personalizada y mejores resultados para los pacientes tras una cirugía cardíaca.
Para leer más, consulte el artículo completo en Anestesiología.
Cheruku SR, Neyra JA, Mohammad H, Trinh J, Hernandez G, Nakonezny PA, Jessen ME, Moe OW, Fox AA. Aumento del factor de crecimiento de fibroblastos plasmático 23 y lesión renal aguda intrahospitalaria tras cirugía cardíaca. Anestesiología. 1 de septiembre de 2025;143(3):593-603.
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