Una revisión sistemática y un metanálisis recientemente publicados en el Diario británico de anestesia ha arrojado luz significativa sobre la relación largamente debatida entre el dolor crónico (CP) y hipertensión (HTN). Según esta extensa revisión, los adultos con dolor crónico tienen un 66% más de probabilidades de tener un diagnóstico de hipertensión en comparación con aquellos sin dolor crónico.
Los hallazgos surgen del análisis de más de 1.5 millones de personas en 23 estudios en todo el mundo y proporcionan evidencia convincente de que el dolor persistente ya no puede verse simplemente como un problema de calidad de vida, sino como un componente crítico en el panorama más amplio de la salud cardiovascular.
¿Qué es el dolor crónico?
El dolor crónico se define según la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) como un dolor que dura o se repite durante más de tres meses, causando a menudo angustia emocional significativa y deterioro funcional. Puede ser:
- Primario: No hay una causa clara, como la fibromialgia
- Secundaria:Está vinculado a afecciones subyacentes como artritis o daño a los nervios.
A nivel mundial, el dolor crónico afecta entre el 10% y el 50% de los adultos, con mayor prevalencia en personas mayores y mujeres.
¿Qué es la hipertensión?
Hipertensión Se diagnostica cuando la presión arterial en la clínica es ≥140/90 mmHg, o en el consultorio ambulatorio/domiciliario es ≥135/85 mmHg. Es un factor de riesgo importante para enfermedades cardiovasculares, incluyendo:
- Trazo
- Infarto de miocardio
- La insuficiencia cardíaca
- Enfermedad del riñón
A pesar de su progresión silenciosa, hipertensión Es una condición modificable, por lo que su identificación temprana es crucial.
¿Por qué es importante esta asociación?
Tanto el dolor crónico como hipertensión Son una carga para la salud mundial. La coexistencia de estas dos afecciones puede aumentar significativamente el riesgo de una persona de:
- Enfermedades cardiovasculares
- Mortalidad por cualquier causa
- Complicaciones del tratamiento
- Calidad de vida reducida
Comprender esta asociación puede ayudar a los médicos a adoptar estrategias de intervención temprana para aliviar el dolor y reducir el riesgo cardiovascular a largo plazo.
Análisis en profundidad de los hallazgos
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Riesgo general
- Los datos combinados de 20 estudios mostraron un aumento del 66 % en la probabilidad de hipertensión en adultos con dolor crónico. Los investigadores utilizaron un modelo de efectos aleatorios para considerar la heterogeneidad (I² = 99.8 %), lo que refleja la diversidad de diseños y poblaciones de los estudios.
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Dolor crónico generalizado (CWP)
- Se incluyeron seis estudios
- El CWP incluye fibromialgia y síndromes de dolor difuso similares
- OR agrupado: 1.38 (IC del 95 %: 1.20–1.58)
- La evidencia respalda hallazgos previos que vinculan la fibromialgia con una mayor mortalidad cardiovascular
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Dolor de cabeza crónico
- Tres estudios analizados
- OR agrupado: 1.56 (IC del 95 %: 1.37–1.79)
- Indica que las personas con migrañas crónicas o dolores de cabeza de tipo tensional tienen significativamente más probabilidades de tener presión arterial alta.
- Sugiere una posible causalidad bidireccional, ya que los dolores de cabeza también pueden ser un síntoma de una enfermedad no controlada. hipertensión
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Dolor musculoesquelético
- Incluye dolor crónico de espalda, articulaciones y rodillas.
- OR agrupado: 1.19 (IC del 95 %: 0.98–1.44) — no estadísticamente significativo
- Esto entra en conflicto con estudios previos que sugerían que el dolor musculoesquelético contribuye al riesgo cardiovascular.
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Diferencias de género
- No se encontraron diferencias significativas entre hombres y mujeres con dolor crónico en desarrollo. hipertensión:
- Mujeres: OR 1.17 (IC del 95 %: 0.96–1.43)
- Hombres: OR 0.83 (IC del 95 %: 0.61–1.11)
- Sugiere que el sexo biológico puede no alterar significativamente la asociación CP-HTN
Paso a paso: cómo los médicos deben manejar esta comorbilidad
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Realizar pruebas de detección de hipertensión en todos los pacientes con dolor crónico
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- Utilice la monitorización de la presión arterial en la clínica, en el hogar o de forma ambulatoria.
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Identificar los tipos de dolor de alto riesgo
- Priorizar la detección en pacientes con:
- Fibromialgia
- Dolor crónico generalizado
- Dolores de cabeza crónicos
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Revisar los regímenes de medicación
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- Ajustar el manejo del dolor para minimizar los efectos secundarios hipertensivos
- Evite el uso innecesario de AINE y ciertos antidepresivos
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Promover modificaciones del estilo de vida
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- Fomentar la fisioterapia y el ejercicio de bajo impacto.
- Abordar la higiene del sueño y el manejo del estrés.
- Recomendar cambios en la dieta, dejar de fumar y reducir el consumo de alcohol.
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Coordinar la atención interdisciplinaria
- Implicar:
- Especialistas en dolor
- Proveedores de atención primaria
- Cardiólogos
- Profesionales de la salud mental
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Monitorear y reevaluar periódicamente
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- Intensidad del dolor
- control de presión arterial
- Adherencia al estilo de vida y a las intervenciones farmacológicas
Qué significa esto para la salud pública
Los hallazgos tienen implicaciones de gran alcance para los sistemas de salud a nivel mundial:
- Modelos de atención integrada: Las clínicas del dolor y los programas de control de la hipertensión no deberían funcionar de forma aislada.
- Campañas de educación para la salud: Concientizar a los pacientes sobre el riesgo de hipertensión arterial con dolor crónico.
- Asignación de recursos: Priorizar la financiación de programas interdisciplinarios centrados en el dolor y la salud cardiovascular.
Necesidades futuras de investigación
Si bien este estudio proporciona evidencia sólida de una asociación, la causalidad aún no está demostrada. Los autores solicitan:
- Estudios de cohorte prospectivos: Para confirmar la direccionalidad de la relación
- Ensayos clínicos: Evaluar si el manejo eficaz del dolor puede reducir la presión arterial y el riesgo cardiovascular
- Estudios en poblaciones de bajos ingresos: La mayoría de los datos actuales provienen de países de altos ingresos.
- Mejor seguimiento de la medicación: En particular, sobre el impacto de las interacciones antihipertensivas y analgésicas.
Conclusión
Este importante metanálisis mejora significativamente nuestra comprensión de la compleja interacción entre el dolor crónico y la hipertensión arterial. Con 1 de cada 5 adultos experimentando dolor crónico y 1 de cada 4 viviendo con... hipertensiónEsta conexión podría afectar a cientos de millones de personas en todo el mundo.
El dolor crónico no es solo una carga sensorial o psicológica; también puede ser un factor de riesgo cardiovascular. Los profesionales de la salud deben adoptar una perspectiva holística, que incorpore el manejo del dolor y hipertensión detección en la atención de rutina.
Se necesitan más estudios para determinar si el tratamiento de una afección puede mejorar la otra y si se deben desarrollar nuevas directrices clínicas para gestionar este nexo emergente con la salud.
Para obtener más información, consulte el artículo completo en BJA.
Taylor HE, Salf JC, Roper-Marchand CR, et al. ¿Es más probable que los adultos con dolor crónico desarrollen hipertensión que los adultos sin dolor crónico? Una revisión sistemática y un metanálisis. Br J Anaesth. 2025;135(3):685-696.
Para obtener instrucciones paso a paso sobre el tratamiento del dolor crónico, lea el artículo de NYSORA. Manual del dolor intervencionista guiado por ecografía